Greenpeace aplaude el nuevo decreto de ordenación bovina y señala que la macrogranja de Noviercas debe ser “desestimada”

SORIA, 27 (EUROPA PRESS)

Greenpeace ha mostrado su satisfacción por la aprobación en el Consejo de Ministros del Real Decreto por el que se establecen Normas Básicas de Ordenación de las Granjas Bovinas, por lo que el “faraónico proyecto” de macrogranja que la empresa Valle de Odieta quería construir en Noviercas (Soria) “debe ser desestimado definitivamente”.

El responsable de Agricultura de Greenpeace, Luis Ferreirim, ha asegurado en un comunicado de prensa recogido por Europa Press que la aprobación supone “una gran noticia” para el medio ambiente y para la España rural, ya que con “se paralizará definitivamente el proyecto de macrogranja” para “explotar 23.520 vacas, cuando la normativa aprobada hoy establece un máximo de 725 vacas lecheras (850 unidades de ganado mayor)”.

La macrogranja de Valle de Odieta hubiera contado con un número de cabezas de ganado “más de veinte veces superior” a lo que establece el real decreto y hubiera sido también “la macrogranja más grande de España, de Europa y estaría entre las cinco más grandes del mundo”, han recordado desde Greenpeace.

Asimismo, la normativa también establece que, por encima de este máximo, tampoco se debe permitir la ampliación de las explotaciones que estén actualmente en funcionamiento, por lo que la entidad considera también que el Gobierno de Navarra “debe desestimar” la solicitud que la misma empresa hizo recientemente para ampliar su macrogranja de Caparroso. “La actual solicitud haría que esta macrogranja fuese casi 12 veces más grande de lo que marca la legislación hoy aprobada”.

Pese a que el real decreto es “una señal clara” para el sector, esta legislación “sigue sin ser la apuesta por un modelo de ganadería verdaderamente sostenible y de pequeña y mediana escala”. “La capacidad máxima establecida de 850 unidades de ganado mayor sigue siendo muy elevada”, han lamentado.

Aunque se impedirá la instalación de explotaciones de “dimensiones exageradas”, sin embargo, permitirá la instalación de explotaciones “bastante grandes” que, “al ser sumadas, seguirán representando un gran impacto ambiental”, por lo que Greenpeace había presentado alegaciones para que estas explotaciones no pudieran contar con más de 180 unidades de ganado mayor.

Por ello, han reclamado al Gobierno que, en paralelo a esta normativa, desarrolle un plan estratégico de ganadería que “permita tener una visión de conjunto y que impida las consecuencias negativas de la suma de muchas explotaciones de menor tamaño”. Este plan debe contemplar también la reducción gradual de la cabaña ganadera en intensivo hasta alcanzar un 50 por ciento menos en 2030.

“Solo así nos podremos enfrentar a muchos de los retos que se presentan en la actualidad, como por ejemplo el cambio climático, uso de agua y su contaminación, emisiones de amoníaco, la despoblación o el sufrimiento animal”, han señalado desde la organización.